jueves, 17 de marzo de 2016

VIVIR MIRANDO EL «RETROVISOR»



El otro día estaba hablando una persona sobre la capacidad que debemos tener para vivir nuestra realidad concreta de todos los días. Utilizaba la imagen de un carro. Y como me pareció muy interesante y muy rica la lección que sacaba, me voy a permitir repetirla a mis estilo para compartir con mis lectores la lección, seguro de que va a ser útil como lo fue para mí.
         Nuestra vida es un carro -- decía --. Vamos en el carro por una vía de doble sentido. Carros van y carros vienen. Carros van delante y carros van detrás. Y nosotros vamos con nuestro propio carro en plena vía en medio de tantos carros. Al conducir tenemos que estar pendiente del volante, del cambio de las velocidades, del carro que viene, del que llevamos detrás, del freno, de las luces de cruce, del semáforo, de las señales de tránsito, y también tenemos que estar pendiente del retrovisor para mirar los carros que vienen detrás de nosotros por si vienen muy cerca, si vamos a cruzar...
         A la hora de conducir tenemos que tener en cuenta todos esos detalles, sin olvidar ninguno, para poder llegar a donde nos dirigimos con salud y tranquilos.
         Pero resulta -- decía -- que muchos a la hora de conducir su carro, es decir sus vidas, porque esa era la comparación que estaba utilizando, solamente viven mirando el retrovisor y se olvidan de los otros detalles del manejo. Y claro -- reflexio­naba muy sabiamente -- viven chocando e interfiriendo el tránsito porque se olvidan del volante, de las velocidades, del freno, etc... Conducir mirando solamente el retrovisor, es decir lo que quedó atrás, es olvidar que el carro no es solamente retrovisor. El carro tiene retrovisor pero éste es demasiado pequeño en el carro y no es lo más importante. Sí; es útil para hacer más fácil el manejo, pero no lo es todo, porque hasta se puede manejar sin mirar los espejos...
         Me pareció muy interesante su reflexión y creo que impactó a los que estaban escuchándolo. A mí mismo me fue muy útil. Por eso, amigos lectores, la comento aquí.

         No digo más por hoy... Y no te olvides de echarle gasolina al carro, de revisarle el aceite, de lavarlo de vez en cuando y de darle cariñitos para que te pueda prestar mejores servicios... Pero no olvides que es en sentido figurado...

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