VIVIR DE FUTURO
Aún cuando el presente titulo suene a ficción no podemos negar que
toda la vida del ser humano es siempre un vivir de futuro. Es decir, de
optimismo. Lo que supone un re-crear todos los días nuestros proyectos y
nuestros deseos de superación.
No podemos vivir de
pasado porque sería automáticamente negar el continuo devenir histórico. Porque
vivir de pasado sería perder de vista la visión optimista que tiene la vida.
Ciertamente que el pasado, que fue futuro, nos está determinando en nuestra
vida concreta. Pero quedarnos con los elementos que determinaron nuestra
existencia es negar la esencia de vitalidad que posee la naturaleza y que vive
enseñándonos a cada momento lecciones de optimismo. Por ejemplo, sucede un
incendio forestal. La montaña quedó totalmente arrasada por el fuego y todo es
cenizas. Al cabo de pocos días en esa misma montaña se comienza a ver que la
vida está empezando otra vez: el suelo se comienza a poner verde y algunas
matas regeneran la alegría de un bosque que nos dará su aire, su sombra y la
certeza de una vida en plenitud. Precisamente porque en la naturaleza todo es
optimismo.
Igualmente sucede con
nuestras historias personales. Puede ser que nuestra montaña se haya incendiado
y todo haya quedado hecho cenizas. No hagamos por ello una tragedia. Démosle
tiempo al tiempo que dentro de poco comenzará a verdear sobre las cenizas y
otra nueva floresta estará dándonos aire, alegría y muchos otros elementos de
una vida plena.
Lo que significa que
tenemos que inventar nuevos proyectos y nuevos programas precisamente porque la
vida es futuro. No podemos y no debemos quedarnos viviendo de pasado porque nos
amargaríamos. Fue y fue y ya no podemos hacer nada por cambiarlo, sino sólo
amargarnos y llenarnos de remordimientos y de resentimientos. Y esto si que
entonces es dañino. La montaña no se queja del que le puso malignamente fuego
para dañar sus árboles, sus flores y los animales que correteaban por ella. La
montaña sabe, porque es de la naturaleza, que tiene en sus entrañas muchas
reservas de optimismo y vuelve a renacer con la misma alegría de siempre.
Precisamente porque ella vive siempre de optimismo, lo que significa que de
alegría, de esperanza y de vida.
En ese mismo sentido se
podría parafrasear la tan citada sentencia de «dime con quién andas y te diré
quién eres» por «dime qué piensas hacer en el futuro y te diré quién eres».
Porque de acuerdo con tus proyectos personales y tus aspiraciones será tu vida
ya que la vida no es otra cosa que puro futuro adelantado en nuestro hoy
cotidiano que nos llevará a conducirnos siempre a lo que aspiramos y queremos
ser o tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario